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Humanos con humanos, no con vampiros. 18

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FionnaAisakaLee's avatar
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Capitulo 18
PVA Marshall... and Fionna.

Cinco figuras estaban paradas frente un enorme portal color amarillo rojizo. Marshall, sentía un nudo en el estomago y era incapaz de mover un solo musculo. Gumball e IQ se miraban nerviosos, junto con Cake que no paraba de temblar. 

-Aquí lo tienen, lo prometido es deuda- dijo sonriendo Helga Abadeer. 

El vampiro traía el maquillaje en los trozos de piel visibles, estaba tieso de pies a cabeza con aquel atuendo de humano, tenían que ir ya, era de noche. No tenía otra oportunidad y si el sol comenzaba a salir sin que él volviera o consiguiera un lugar donde esconderse ése no sería un buen final.
-
Ahora, al entrar al portal van a entrar una dimensión arremolinante, lo he creado justo a la fecha que Gumball me ha indicado. Es fácil llegar, quizá sientan nauseas, o se sientan realmente confundidos, como en un sueño... o una pesadilla. De todos modos, no es tan complicado el acoplarse. Al contrario el regreso es mucho mas complicado, deben encontrar un lugar seguro para abrir un portal estable, preferiblemente lejos de las personas, la sociedad o de ciudades, sólo tienes que abrir un portal a la nocheósfera, ya me encargaré yo de cerrarlo. Toma- dijo extendiéndole al pelinegro una bolsa de plástico negra- viene un litro de leche de insecto, y por si el conjuro no funciona abre la caja que esta ahí, sólo en un caso de verdadero peligro o necesidad absoluta ¿estamos?- el muchacho asintió lentamente, realmente nervioso. Tomó la bolsa y besó la mejilla a su madre, temiendo que fuese la ultima vez.

Quizá antes no le había demostrado afecto, inclusive jamás se imaginó besarle de nuevo pero por mas simple que pareciera no podía ignorar el hecho de que podía morir a la vista de tanta gente con un triste rayo de sol, que podía morir de la manera mas simple que existía. Tenía miedo de lo que podía pasar, y tal vez no tanto a morir si no a enfrentarse a los humanos, a ésas criaturas que dejo de ver durante cientos de años. Tenía miedo de ver a su padre y no aguantar el peso de su propia alma; miedo de ver a su hermano, de derrumbarse en sus brazos como lo hacía las noches que él aparecía en la casa de su tía, miedo a llorar como cuando los truenos resonaban en el cielo y Benny llegaba a salvarlo de ése terror en la soledad. Miedo a recordar cada momento vivido con Simone y no soportar su mente un segundo. Pero mas que nada tenía miedo a afrontarse a los ojos de aquella rubia que le hacía temblar de pies a cabeza ¿Y que si el verla de nuevo le hacía desear contarle cada sentimiento que ella le causaba? peor que éso ¿Y si realmente era su hermana? No podría sobrevivir con éso. El único verdadero amor de su vida no podía ser su inocente compañera de... aventuras. 

Simone miró con incertidumbre al vampiro, que se cubría la cara apenas si podía para ocultar sus tristes ojos, parado totalmente, dejando de flotar como normalmente lo hacía. Éste se quedó mirando fijamente el punto en el que se abría paso aquel mágico transporte, indeciso, preocupado, temeroso. Su pensamiento le hacía y le jugaba como quería creando escalofríos múltiples en la espalda. Y aún con esos sentimientos en su estómago sabía que tarde o temprano tenían que cruzar; porque como ya lo había dicho su madre, ella había hecho cosas heroicas por él... no podía darle muchas vueltas al asunto, tenía que hacerlo ya.

-Lo haremos juntos- murmuró Simone tirando de la mano del vampiro regresandolo a la realidad, a la cruel realidad- no tienes que temer.- Le proporcionó una sonrisa cálida, demasiado cálida para ella, pero esplendida a su vez; enlazó sus dedos con los del vampiro, el cual apretó la azul mano de su amiga con fuerza. 

Helga lo vio, aquel brillo en sus ojos, aquella confianza y amor en el alma de su hijo hacía a ésa mujer. Él realmente la amaba, y tenía múltiples argumentos, aunque su hijo no lo supiera ella estaba al tanto del tiempo que vivieron juntos. Sus ojos se llenaron de lágrimas de impotencia y odio hacía Simone, jamás, por mas estúpida e irritante que fuera ésa mujer podría superarla. Jamás. 

- Vamos entonces- dijo Cake, llenándose de valor y tomando la mano de Gumball que ya había enlazado sus dedos con los de la reina, en un amarre realmente fuerte, resistente, un lazo decidido.

De pronto Helga se encontró sola, con lágrimas resbalando por sus mejillas, con la cara alta y las facciones rectas, viejas y gélidas. Flotó a su castillo con la mente dándole vueltas pero con una actitud demasiado fría como para espantar a quien le viera. Se recostó en cuanto se encontró en su habitación, encontró aquel traje de pingüino. Se metió en él. No sabía que pensarían los demonios si viesen a su reina con aquel atuendo, perdería toda credibilidad posible. Recostó su cabeza en la almohada y sin mas durmió con miles de lágrimas silenciosas. Le daba igual lo que pasara con ésa mujer de hielo, con la muchachita buena, con todo... lloraba por su hijo y si alguna vez creyó en Glob, si por un instante ésa idea se incorporó en su momento, fue ése. Deseaba que cualquier fuerza, no le importaba si era buena o mala, destino, Dios... cuidara de su hijo a donde quiera que éste fuese. 



Marshall abrió los ojos y sintió unas repentinas ganas de devolver su desayuno, así lo hizo. Se levantó del húmedo pasto y se recargó en un árbol en el que vomito cuanto tenía en su estómago. Al terminar miró donde antes estaba, en el suelo estaban IQ y Gumball aun inconscientes y con sus manos entrelazadas débilmente. El vampiro sonrió amargamente, no estaba seguro de que le agradara completamente de que SU SIMONE saliera con un pedazo de chicle mal masticado como él. De todos modos nada podía hacer, el amor era el amor.

Amor.

De pronto dejó de flotar recordando donde estaban y se acercó al Cake para despertarla, la gata le miró con la mirada perdida y se veía agotada "a de ser mas pesado para los animales pasar aquella frontera" pensó de inmediato. Le indicó que se achicara y la metió en su bolsillo. Mientras tanto Gumball se levantaba y su cara se veía pálida en su totalidad. 
-¿Estas bien, Bubba?- el príncipe no respondió y se tiró de nuevo al fresco pasto, boca arriba. Miró el cielo tratando de hacer que aquella sensación de mareo parara, cosa que consiguió. 
-Esto ha estado horrible- murmuró Simone levantándose levemente perdiendo el equilibrio. Los dos chicos evitaron su caída alarmados y la levantaron con delicadeza- lo siento.
-Dios mío, ¿Quieres tener mas cuidado?- preguntó Marshall al mantenerla parada por unos segundos mas. La mujer lo miró y sus ojos se abrieron grandes, apartó al muchacho y echó a correr a hacer lo mismo que el vampiro hacía unos segundos, vomitar. Al terminar se disculpó de nuevo.- ¿Y Cake?
- En mi bolsillo...- los tres se miraron y luego miraron a su alrededor. Estaban en la espesura de un gran bosque, pero no tan al fondo ya que a lo lejos se lograban escuchar unos hermosos cánticos. Música. Marshall se dejó guiar por aquel sonido, seguido por sus compañeros. Salieron de entre la maleza y percibieron aquellos tonos rápidos de música y cientos de personas bailando al son de ésta. A lo lejos un escenario y grandes proyecciones que le daban luz a la pista.
- ¿Una fiesta?- inquirió IQ sorprendida- ¿Porqué tu madre nos trajo a una fiesta?
- Porque ella sabe que está aquí, porque aquí están mi padre y mi hermano- las piernas le flaquearon y Gumball lo detuvo antes de que cayera como un trapo sobre sus rodillas.
- Hey, tranquilo. 
- Es que... hace tanto tiempo...
Se acercaron con temerosos pasos a la multitud que los ignoraba hipnotizados en su propio baile, sin ver siquiera la raresa del color de piel de dos de ellos. Marshall logró visualizar una sombra de colores rojos y dirigió la mirada repentinamente sin encontrar nada. Su cabeza sentía intensas punzadas constantes que le torturaban la mente. Tenían que encontrarla, sentía que se asfixiaba con tanta gente en un mismo lugar, con aquel calor que hace tanto no sentía, aquel sentimiento vivo, como de felicidad.
Gumball no podía dejar de mirar el esplendor de aquellos seres tan raros, tan esplendidos. Veía aquellos pasos que con euforia practicaban y de un momento a otro alabo a los seres humanos, les dio créditos de todo lo existente en la tierra, eran absolutamente maravillosos. Le sonrió a IQ y la tomo del ante brazo jalándola en dirección contraria al vampiro, ella solo se dejó llevar. Sin poder detenerse Gumball arrastró a su "amiga" por toda la pista entre la gente que seguía ignorando su presencia. Hasta que una alta mujer vieja con un vestuario a blanco y negro se acercó extrañada y altivista a ellos. 
-¿Puedo ayudarlos en algo?-Gumball seguía radiante y la miró sonriendo eufórico.
-No, muchas gracias señorita.
-Pues parece que están buscando algo. 
-Realmente no, pero gracias por preguntar- dijo bajando de tono un poco su voz.- Nosotros ya nos íbamos.
-¿Pero como que se van?- un hombre gordo y diminuto se acercó a ellos con un bigote blanco y la cabeza calva, sus mejillas se hinchaban regordetas cuando sonreía y llevaba un traje que parecía hecho a la medida- perdonen si mi esposa les asusto o incomodó pero no tienen que irse por ello. La noche es joven y no organicé este evento para que los muchachos se vallan tan temprano, en todo caso estamos festejando su juventud. ¡Ahora vayan y diviértanse!- exclamó haciendo que su enorme sonrisa se agrandara aún mas con aquel grito grave que salió de su boca- que si no lo hacen ya se las verán- dijo guiñando un ojo y jalando a su alta, flaca y fea mujer a la pista para hacerla bailar como un remolino. Gumball miró a su compañera y esta solo alzo los hombros, luego notaron la ausencia del vampiro y se alarmaron. Rebuscaron entre las personas alargando el cuello pero no reconocieron su cabellera negra de entre tantas cabezas iguales. El príncipe suspiró ¿Cómo pudo perderle de vista tan fácilmente? 

Marshall solo veía personas bailar, tanto que comenzó a marearse de nuevo. Y antes de darse cuenta la canción cambió a un HipHop de antaño que hizo a todos cantar y gritar en sus lugares formando pequeños grupitos de gente que se conocía. Inclusive Marshall se sabía aquella canción, y aun con los elegantes atuendos las muchachas bailaban apasionadas, demasiado parecido a sensuales vampiresas de sus fiestas en la nocheósfera. El vampiro trago saliva nervioso y a lo lejos logro visualizar un rostro que se le hizo familiar, se acercó pero paro al tiempo de poder ver a una de sus pesadillas: Simone, antes de la guerra.





Fionna se sintió desorbitada de un momento a otro, la delgada y joven mano de la mujer apenas si había tocado su hombro y ella ya se había sobresaltado. 
- Ice Queen...
- ¿Perdón?- dijo la mujer sonriendo. Era realmente bonita, en sus ojos se reflejaba una bondad, amor y una inteligencia impresionantes, que ella jamás había notado- como sea, solo me gustaría felicitarte. Tienes una voz realmente hermosa, no se, siempre he sido muy apasionada por la música y tu tienes una muy bonita, en realidad. Lo siento, no quería sorprenderte- murmuró al ver la cara estupefacta de Fionna que rápidamente recobro la compostura e intentó actuar con naturaleza.
- Oh, no... no te preocupes... realmente agradezco el cumplido- hizo una mueca que simulo una sonrisa y Simone también sonrió. Luego se alejo con una sonrisa de niña inocente y feliz. Con ella se balanceaba un vestido color negro que era realmente alucinante, Fionna seguía boquiabierta  sin tragarse que ella, IQ le haya chuleado la voz. 
-¡Fi!- escucho que gritó Benny. Ya se había acostumbrado tanto a su voz, a su varonil voz. Se le comenzaba a sonar demasiado agradable, tanto que le hizo olvidar la estúpida e irónica situación que había sucedió hacía unos segundos. Le miró y éste se acercó a ella radiante.- Quiero mostrarte algo... ¿Me acompaña, my lady?- el estómago de Fionna se volcó al oír como le había llamado. Hace tanto que nadie le llamaba así. Asintió y se asió de la mano de su amigo para camina con él cerca de algunos arboles. 
Caminaron en un camino abierto a la luz de una escondida luna, temerosa pero brillante en su esplendor. El vestido de Fionna rozaba suavemente contra los arboles y ellos caminaron guiados, sin soltarse. El aroma que desprendía Benny volvía tan loca a la rubia, era como estar en el paraíso. Siguieron su camino y llegaron a un lago cristalino, no muy grande pero hermoso propiamente. Fionna le soltó la mano y se zafó de sus zapatos de piso de una buena vez, dejando sus pies al pasto, húmedo y elegantemente refrescante. Se volvió a su amigo con una sonrisa y luego se acercó al agua acariciándola y uniendo sus pies en ella.  Benny se arremangó los pantalones e hizo lo mismo que ella, dejando que la helada agua le enredara los pies.
-Es hermoso ¿No lo crees? De donde yo vengo no suelo hacer esto con regularidad. Casi no puedo ir a fiestas y si voy no me despego de mi hermana. Es extraño, realmente no tengo tiempo para hacer éste tipo de cosas.
-¿Extrañas tu hogar?-la voz de Benny cambió de repente. Era seria, como temeroso y molesto con la futura respuesta de la chica. 
- Sí, como no tienes idea, pero a veces creo que realmente pertenezco aquí. 
- ¿Y tu hermana?
- No es mi hermana de sangre, realmente jamás conocí a mis verdaderos padres. Me encontraron cuando yo apenas era un bebe y me criaron como una de ellos, se los agradezco pero si realmente soy de aquí... no lo se, creo que debería quedarme aquí.
- Fionna... yo no quiero que te vayas- la chica sintió que su cara se tornaba roja, su corazón latió con fuerza pero no tanta como la que esperaba que lo hiciera. Sonrió tímida y un mechón de su pelo cubrió su avergonzada cara.- No se, realmente no se que es lo que siento cuando te veo, pero se que no es normal. Solo déjame saberlo, se que suena egoísta pero déjame descubrirlo. 
Su cara se acercó a la de la chica y ella lo miró sin saber que decir, aunque sabía que no había mucho que decir. Sólo respondió. La delgada línea de sus bocas se junto por un momento. En silencio, en secreto, con delicadeza y sin alguna cuestión pasional de por medio. Fue simplemente un beso, tan simple como todos pero especial como ninguno. Se separaron y se miraron de nuevo, la mente de la humana giró en un 360º completo haciendo que la chica negara levemente con la cabeza.
-Marshall...- murmuró sin pensar, sintiendo una culpa sobre sus ojos que amenazaba con hacerla llorar. Su voz se quebrantó antes de que Benny hiciera que sus ojos se abrieran como platos.
-Fionna, déjame entender ¿Te acabo de besar y piensas en mi hermano menor?
-¿Qué?- la chica se sobre saltó aun con la voz cristalina-¡No! No me malinterpretes, yo... Yo....-dio un largo suspiro y le miró a los ojos tragándose las lágrimas- Benny, realmente lo siento... pero estoy enamorada de otra persona.
-Que se llama Marshall, supongo. 
-Sí...
- ¿Es tu novio?
La chica se quedó en silencio. No. La respuesta era clara, pero por alguna razón no podía salir de su garganta, simplemente no podía y se mantuvo ahí durante prolongados segundos. 
- Verás- comenzó aguantando el aliento- él es... es celoso, extraño y malhumorado. Me trata como si fuese una niña y otras veces como si fuera una completa adulta, me confunde. Me abraza, me dice que me quiere y que no me cambiaría por nada, en silencio, creyendo que no lo escucho. Me trata totalmente diferente a todas las demás personas- dijo con un nudo en la garganta, su mirada estaba sumida en un punto ciego y se mantenía ahí, estático en el agua- Siempre está ahí. Me cuida, protege y me defiende de lo que sea. Aun si discutimos de cualquier cosa, por mas mínima que sea no duramos casi nada peleados. Él.. realmente se preocupa por mi, tiene aquella extraña actitud sobrecogedora conmigo. Me regala cosas, tiene miles de hermosos detalles conmigo, por mas pequeños que sean y se traga su orgullo cuando es necesario. Se disculpa cuando no mide sus palabras e inclusive, sus acciones: cuando me lastima. Me corrige e intenta quitarme todos y cada uno de mis complejos para, según él, hacerme "mas hermosa". Él tiene esas actitudes y algunas mas conmigo... y pese a todo éso, sólo somos amigos. 
Benny la miró en silencio, sin saber que decir. Lágrimas se derramaban por sus pálidas mejillas que se alzaron con su rostro a la luna, se podían ver claramente sus ojos tristes, reflejaban un dolor tan profundo y tortuoso que inclusive logro lastimar al chico. Fionna sabía que estaba enamorada de ése chico, de ése que la vería morir de vieja, aquel que siempre sería un chico de 19 años. Aquel joven sarcástico y travieso. Ella lo amaba. Sollozó en silencio murmurando cosas que solo ella entendía, con el corazón destrozado. Desando poder verlo solo una vez mas, añorando mas que nunca poder escuchar su suave y ronca risa, deseaba que se burlara de ella como lo hizo siempre. Sintió un cálido toque en su hombro y miró a su amigo, empapada de lagrimas por todo el rostro. 
- Fionna, necesito que seas completamente sincera conmigo ¿De donde vienes realmente?
Antes de poder decir una sola palabra algo detrás de ellos se movió de entre los arbustos, Fionna se levantó de un golpe y se puso en posición de ataque, acercándose poco a poco a las ramas que se encontraban ahí, Benny se situó a su lado y le dijo que se quedara donde estaba, pero aun en silencio no volvieron a escuchar nada. 
- Benny, si te digo de donde vengo jamás me creerías, de todos modos, yo pertenezco aquí.
- ¿A que te refieres?
- ¿Qué acaso no te has dado cuenta todavía de quien soy? 



Sin poder moverse intentó hacer que su mente no comenzara a divagar en recuerdos, si lo hacía, podía perderse en cada momento al lado de ésa imponente y divertida mujer. Entonces ella lo vio. Sonrió al ver su mirada delirante y se acercó, ella simplemente habló.
-Hola, ¿Necesitas ayuda?- preguntó sonriendo pero algo preocupada a decir verdad. El chico no paraba de observarla sin decir palabra, aterrado.- ¿Hola?
-H-hola, lo lamento...- dijo apenas recobrando el aliento- yo, lo siento en serio, es que eres tan parecida a una persona que conozco, realmente... disculpe.- Estaba apunto de girarse, apunto de echarse a correr pero algo lo detuvo. La triste mirada de una mujer que tenía un curioso color azulado en la piel.- ¿Usted está bien?
- Si.. lo siento, es que tu también te me hacer parecido a una persona. Mi prom... ex-prometido, a decir verdad.- dijo sonriendo con melancolía; Marshall tragó saliva y la observó detenidamente. Tenía rasgos de ya haber usado la corona, eso era notorio para alguien que conocía los efectos de ésta. Posó su joven mano sobre su hombro y suspiró.
-No se preocupe, sí no esta con usted es porque no la merecía. Seguramente no tiene el valor para estar con una mujer con usted- una sonrisa de asomó por su boca, demostrando una mínima de sus colmillos. La mujer lo notó pero prefirió ignorarlo. 
- Gracias, pero bueno, no me has dicho ni siquiera tu nombre.
- John- respondió rápidamente Marshall nervioso. 
- Mucho gusto, John, mi nombre es Simone- estiró su mano y él la tendió suavemente. 
- Un placer... 
- ¿No eras tu el que tocó hace unas horas?- preguntó la mujer entrecerrando los ojos un poco. 
-¿Qué? No, no soy.
- Vaya que se parecen, no serán hermanos ¿O sí?
Marshall sintió como su piel debajo del maquillaje empalidecía mas de lo normal, hermanos, claro, como no lo supuso antes. Benny sabía tocar muchos instrumentos y tenía una banda local. Además su apariencia era muy parecida, no había duda.
- De hecho si lo somos-dijo sonriendo levemente, como con algo de pena. 
- Woah, fue asombroso aquel espectáculo, realmente asombroso. Ya les había visto tocar pero como hoy, jamás. Dale mis felicitaciones de mi parte, ya hablé con una de las integrantes, esa chica rubia que tiene una hermosa voz pero me gustaría decirle a tu hermano lo mucho que admiro su banda.
- ¿Una chica?
- Sí, la rubia, del vestido rojo ¿Qué no viste el espectáculo?
- Sí... por pura casualidad, aquella chica... ¿Se llamaba Fionna?
- Mmh, creo que sí, no lo recuerdo en su totalidad. Pero me parece que sí ¿Porqué?
- Por nada..- murmuró, nervioso, maravillado y excitado a la vez- muchas gracias Simone. Una vez más, gracias.
Entonces echó carrera a buscar a sus amigos y a la rubia de vestido rojo después de plantarle un beso en la mejilla a Simone. La mujer se tocó la mejilla con la mano algo sonrojada. Sonrió y miró al chico correr entre la gente a toda velicidad.

-De nada, John. 

¿Que les pareció? Infartanteeeeeeeeee!! Glob! gracias de nuevo por leer.
gracias :iconneslykoki: por ser tan positiva y leer todas las tonterias que pongo, tus dibujos son realmente matematicos :DD tambien a :iconshinywings1: que aunque no se si ha leído el fic hasta acá siempre esta ahí apoyando mis dibujitos :33

Ya estan todos en el pasado ¿Felices? y no me maten por ese beso, tenía que suceder, ustedes lo saben. Simone penso en su ex viendo a Marshall! cosiiiita!! es hermoso, ¿No creen? bueno, ojala les haya gustado tanto a ustedes como a mi xD un saludo a todos! y que siga la pachanga!!!

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© 2013 - 2024 FionnaAisakaLee
Comments24
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LunaMistica99's avatar
cuando subirás el otra dimeeeee!!!!!!!!!! por faaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!